viernes, septiembre 14, 2007

Emprendiendo en el día a día

Leía el otro día unas declaraciones de César Alierta, presidente de Telefónica, en las que decía que la receta para ser líderes del mercado y no dejar de mejorar se resumía en tres palabras: gestión, compromiso y trabajo. Y añadía que "bastaría con que todos y cada uno de los que trabajamos en la cía nos sitiésemos empresarios de nuestra actividad diaria (...) que sepamos ser emprendedores en aquello que somos expertos (...) sin miedo a equivocarnos."

Chapeau! Veo que Alierta y yo coincidimos en una cosa (...y no es el salario...), y es que para que una empresa esté viva y mejore año tras año debe adaptarse a los cambios constantes del entorno, y para ello no hay mejor manera que contar con una red de profesionales capaces de identificar dichos cambios en el entorno y que aporten nuevas ideas para convertir las posibles amenazas surgidas en oportunidades de negocio... lo que viene a ser la definición de "emprendedor".

Y visto desde el otro lado, creo que la mayor parte de los empleados nos sentimos mucho más útiles, satisfechos y felices en posiciones en las que podemos innovar. Y con innovar no me refiero a inventar el cojo-producto que saque de la quiebra a nuestras empresas (de esos hay pocos y creo que los tiene en nómina Steve Jobs); me refiero a realizar el trabajo diario aportando ideas nuevas, imaginación y ganas de hacerlo bien, porque sólo así estaremos aportando algo extra a nuestra posición, estaremos creando valor que, curiosamente, es el principal objetivo del emprendedor.

martes, septiembre 11, 2007

Luciano Pavarotti

Con algo de retraso me gustaría comentar el triste fallecimiento de Luciano Pavarotti. El otro día charlaba con un amigo sobre este triste suceso y cuál no fue mi sorpresa ante su respuesta: "Luciano no era tan bueno, únicamente era mediático".

El caso es que no he parado de darle vueltas al tema. Desde mi punto de vista (me defino como un inculto con nociones en el ámbito de la música clásica/ópera) puede que Pavarotti no tuviera una técnica exquisita o que los registros que alacanzara no fueran expectaculares, sin embargo pienso que ha hecho algo mucho más grande por la música clásica: ha acercado la ópera a muchos hogares en los que, de no ser por colecciones multimillonarias (y record Guiness) como "Los Tres Tenores", nunca se habría excuchado ni un solo compás de ópera, sin olvidarnos de las colaboraciones que ha realizado con músicos de otros géneros como Barry White, James Brown, U2, Lou Reed, Zuccero, etc. Que consiguieron romper la barrera entre la música clásica y "el resto".

Un simple sondeo: preguntad a vuestro entorno si conocen a María Callas (no es difícil, es otra de las grandes de la ópera), de los que respondan afirmativamente (50%?) pedirles que os canturreen alguna ópera de las que interpretó... Ahora hacer lo mismo con Pavarotti. Estoy seguro que el porcentaje será muy superior y que seguramente la mayoría canturreen "O sole mio"

Ésta, desde mi punto de vista, es la grandeza de Luciano Pavarotti.
¡Ciao Luciano!

lunes, septiembre 03, 2007

¿Por qué emprender?

¿Por qué algunos pasamos el día imaginando posibilidades de negocio? ¿qué es lo que nos mueve a realizar esfuerzos importantes (económicos y personales) en la puesta en marcha de una empresa? Pues a pesar de que pueda resultar un tanto vago, la respuesta es el Espíritu Emprendedor. Ese espíritu es el que hace que muchos nos llenemos de ilusión y por ende de energía cuando vemos una oportunidad de negocio, siendo capaces de sacrificarnos por la puesta en marcha de la idea.

Hay muchos que malentienden el concepto de emprender, porque toman como referencia a los Bill Gates, Amancio Ortega, Martin Varsavsky, etc. No digo que esté mal tener referencias de casos de éxito como los de estos personajes, sin embargo es peligroso caer en el error de no saber ver lo que les ha costado llegar a donde están, o de que al igual que ellos muchos otros decidieron emprender y fallaron. Si no se tiene en mente que para transformar una idea (partimos de la base de que sea buena) en un negocio hacen falta conocimientos, esfuerzo, suerte, esfuerzo, apoyos y esfuerzo, es muy complicado llevar a cabo esa transformación.

En mi casa el espíritu emprendedor siempre nos ha rodeado, no en vano ya mi bisabuelo Fernando Rodríguez fundó la revista RITMO hace 78 años, mi abuelo heredó su gestión y mi padre se encarga actualmente de ella junto con otros negocios como Ferysa o Polo Digital. Puede que por ello yo esté disfrutando como un niño con la puesta en marcha de MediaTaxi o con ideas tan interesantes como LostChildren o Joining.

El caso es que el último en embarcarse en esta difícil aventura de la creación de una empresa es mi hermano Iñaki, quien con la puesta en marcha de Runakay se ha propuesto llevar el deporte a las comunidades de vecinos de la zona norte de Madrid. Su catálogo de servicios es limitado por el momento: clases de pádel, torneo intercomunidades y entrenamiento personal. Sin embargo ha desarrollado una metodología de trabajo basada en la experiencia y los conocimientos teóricos de su equipo que estoy seguro que logrará alcanzar los que a día de hoy son sus máximos objetivos (como buen emprendedor):

  • Atraer clientes: combinando la publicidad con el boca-oreja (aquí es donde entra en juego el método Runakay, ya que si logra la satisfacción de un cliente, éste se convertirá en prescriptor).
  • Fidelizar la base de clientes actual: mi hermano no se engaña, sabe que las clases de pádel y el entrenamiento personal son commodities, por eso se ha propuesto aportar valor a esas actividades en forma de seguimiento trimestral individualizado y la posibilidad de poner a prueba las habilidades adquiridas en el torneo intercomunidades.

Espero que tenga suerte en esta nueva andadura para la que estoy seguro que tiene los conocimientos necesarios y todo nuestro apoyo. El resto lo pone él.

¡Suerte Runakay!