Charlaba con mi amigo Jesús, compañero de carrera, sobre las expectativas que tenía después de haber estado trabajando como becario en la Universidad, y me ha sorprendido con el siguiente comentario:
"En algunas entrevistas me han dicho que tengo iniciativa y que se me veía con ganas de innovar, y que a la gente así es un problema mantenerla"
Me parece aberrante que las empresas vean la iniciativa de sus trabajadores como una amenaza en lugar de tratar de aprovecharla en beneficio de la compañía. Entiendo que con el tiempo esos trabajadores estarán más valorados en el mercado y que, por tanto, merecerán una mejora (ya sea salarial o de proyección), pero este es el mercado de la oferta y la demanda en el que nos movemos, y por tanto debemos aceptarlo tanto en lo bueno como en lo menos malo. "A un tío bueno cuesta mucho retenerlo". Cierto, pero un "tío bueno" puede dar mucho a la compañía.
Al hilo de esta conversación me he acordado de Google, la empresa americana que se ha convertido en una de las mejor valoradas del mundo por medio del fomento de las capacidades de sus empleados. Desde Libertad Digital: "Google ha lanzado el concurso "Code Jam" (Baile de Códigos) para encontrar los ingenieros informáticos más brillantes y competentes de Europa" Así se consigue ser el líder del mercado y dificilmente imitable (si no que se lo digan a Bill Gates!).
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