- Pasas el artículo por el lector.
- Cuando la máquina te diga, lo embolsas.
- El soporte de las bolsas es a su vez balanza, con lo cual registra el peso y comprueba que corresponde con el producto que has escaneado.
- Cuando se llena la bolsa la sacas de la balanza y comienzas con una nueva.
- Si sacar o meter un artículo de la bolsa que está en la balanza, el sistema te solicita que lo devuelvas a la bolsa o lo saques según corresponda.
El caso es que con nosotros se hizo un lío porque, por desconocimiento, sacamos la bolsa y cambiamos uno de los artículos a la bolsa en la balanza y creímos que teníamos que volver a empezar. Otro aspecto negativo es que, como compramos bastantes cosas embolsadas (sí, sí, fruta, verdura...no miento), la lectura del código de barras fallaba mucho y teníamos que introducir el código a mano.
Por último, si quieres pagar con tarjeta, dependes de la revisión de una señorita de Carrefour, que coteja tu DNI. Este aspecto es de suponer que se solucionará con el DNI electrónico, de lo contrario no podremos eliminar toda intervención humana.
En resumen, puede ser un buen comienzo, útil por ahora para cuando lleves pocos artículos rígidos (sin bolsas tipo verdura, o patatas fritas), pero para que se utilice masivamente creo que debería mejorarse la usabilidad de las máquinas y el proceso.
1 comentario:
Si te sirve de Consuelo a mi me tiró el frikismo y la ausencia de colas y la única vez que fuí a ese Carrefour, allá por Junio, también estrené las cajas con cajeras virtuales.
El sistema es muy mejorable pero es claramente un prototipo.
A mi además me dió la sensación de sentirme muy observado, todo el mundo que pasaba se quedaba mirando como pasaba los artículos.
Pagué en efectivo, y eso de echar las monedas como si fuera una máquina de tabaco también da una sensación rara.
Mientras los demás aprenden nosotros nos saltaremos las colas.
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